Planea permitir el lavado de dinero en efectivo, lo que facilita evadir
impuestos este año
Los defraudadores podrán acogerse a la amnistía fiscal desde su casa por
internet
Los expertos consultados ven en eso una puerta abierta de par en par al
fraude fiscal
Los defraudadores lo tendrán más fácil este año para
lavar dinero negro. Al menos, si
prospera el proyecto de orden que ha preparado el Ministerio de Hacienda
para concretar el alcance de la amnistía fiscal que anunció el pasado 30 de
marzo al presentar los Presupuestos Generales del Estado. Dicho proyecto
permite acogerse a la amnistía fiscal
a quienes posean dinero en efectivo sin declarar, en contra de lo que parecía
inicialmente, lo que incentivará que los particulares o empresas que tengan
ingresos no controlados por Hacienda todavía sin declarar de 2011 o de este
mismo año los evadan al fisco y los blanqueen después con un tributación de
solo el 10%.
Si lo que se quiere regularizar es dinero negro, bastará
con ingresarlo en el banco para al día siguiente poder lavarlo. No hará
falta probar en modo alguno que es un dinero defraudado antes del 31 de
diciembre de 2010, una condición que sí hay que demostrar para poder
regularizar, por ejemplo, cuentas bancarias en el extranjero sin declarar.
La amnistía fiscal, aprobada por decreto-ley,
establecía que los defraudadores "podrán presentar la declaración prevista
en esta disposición con el objeto de regularizar su situación tributaria,
siempre que hubieran sido titulares de tales bienes o derechos con anterioridad
a la finalización del último período impositivo cuyo plazo de declaración
hubiera finalizado antes de la entrada en vigor de esta disposición". Es
decir, en teoría, la amnistía fiscal está hecha para el fraude anterior al
31 de diciembre de 2010, ya que la campaña impositiva de renta y sociedades
de 2011 todavía estaba abierta en el momento de dictarse el decreto.
El motivo era evidente: si se permitía acogerse a la
amnistía a los impuestos a pagar por las declaraciones de 2011 y por los
ingresos de 2012, se incentivaba que los declarantes defraudasen, porque les
saldría más barato pagar el 10% que exige la regularización, frente a los tipos
del 30% en Sociedades y de hasta el 52% en el impuesto sobre la renta.
Pero eso precisamente es lo que permite el proyecto de
orden en que se desarrolla el decreto-ley de marzo. Como norma general, se
establece que "la titularidad de los bienes y derechos objeto de
declaración deberá haberse adquirido por el declarante en una fecha anterior al
31 de diciembre de 2010" y se señala que "la titularidad de los
bienes y derechos, así como su fecha de adquisición, podrá acreditaras por cualquier
medio de prueba admisible en Derecho". Hasta ahí todo correcto.
Un ingreso
bancario como prueba
El problema llega en el segundo párrafo del artículo
3.4. Ahí se establece que, "en particular, tratándose de dinero en
efectivo se entenderá que se es titular del mismo con anterioridad al 31 de
diciembre de 2010 cuando con carácter previo a la presentación de la
declaración tributaria especial se hubiera depositado en una cuenta cuya
titularidad jurídica corresponda al declarante abierta en una entidad de
crédito" española o europea, siempre que no sea en un paraíso fiscal,
según consta en el texto de la orden, publicado por Hacienda como proyecto
normativo en su página web.
Es decir, bastará con ingresar el dinero negro en el
banco para al día siguiente poder lavarlo. No hará falta probar que es un
dinero defraudado antes del 31 de diciembre de 2010. Los expertos consultados
ven en eso una puerta abierta de par en par al fraude fiscal.
Los defraudadores podrán acogerse a la amnistía fiscal por vía telemática,
a través de internet, desde su casa
Basten algunos ejemplos. Alguien que venda un piso
ahora puede cobrar buena parte en negro, evitar pagar el IRPF por la plusvalía,
acto seguido ingresar el dinero en el banco y beneficiarse de la amnistía
fiscal. Una empresa (un restaurante, una clínica dental, una tienda al por
menor...) puede cobrar en metálico (incluso facturando sin IVA) y regularizar
después el dinero sin tributar por el impuesto de sociedades. Los autónomos
cuyos ingresos no estén sujetos a control directo del fisco podrán minimizar
su declaración para pagar menos y luego tributar al 10% de la amnistía
fiscal. O, en el peor de los casos, un traficante de drogas que quiera
blanquear su dinero no tendrá más que ir a la sucursal bancaria más cercana
(aunque obviamente eso no le exima de responsabilidad por sus delitos). Las
posibilidades de blanqueo inmediato para el fraude nuevo son enormes. En plena
campaña del impuesto sobre la renta, esos planes pueden suponer un duro golpe a
la recaudación.
Según el modelo de declaración, además de efectivo se pueden declarar
inmuebles, depósitos, pagarés, acciones y cualquier clase de bienes y derechos.
El plazo de regularización acaba el 30 de noviembre. La orden garantiza el
"carácter reservado" de la declaración tributaria especial.
Además, los defraudadores podrán acogerse a la amnistía fiscal por vía telemática,
a través de internet, desde su propia casa, con todas las comodidades
que les ofrece un Estado moderno y eficiente.